viernes, 1 de febrero de 2008

viernes, 30 de noviembre de 2007

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

El Kilimanjaro se conoció por primera vez en el mundo exterior en la segunda mitad del siglo XIX. La primera noticia que de él se obtuvo en Occidente procedía del misionero alemán Johannes Rebmann, quien, con Ludwing Krapf, descubrió el macizo en 1848. Sin embargo su descripción fue acogida con escepticismo, incluso ridiculizada. No obstante, otros misioneros y exploradores, con base más científica y dispuestos a creer en el informe, comunicaron haber visto el mismo notable y sorprendente monte. Algunos que intentaron escalar parte del volcán, se volvieron atrás, bien por la dificultad del terreno, bien por la cerrada oposición de los nativos, que tomaron como una ofensa la intrusión de gentes extrañas en un lugar que ellos consideraban sagrado. El reverendo Charles New, alcanzó la zona de nieve del Kibo en 1871, y dos años más tarde regresó con la esperanza de terminar su ascensión; pero la expedición fue seriamente obstaculizada por los chagas, y New murió en su viage de regreso a la costa.
Durante las tres décadas siguientes, el Kilimajaro corrió a cargo de los alemanes. En 1887, el doctor Hans Meyer ascendió a 5.500 metros antes de quedar totalmente bloqueado, al parecer por una pared del glaciar de hielo. En 1889, Meyer volvió con un buen equipo. Él y Ludwing Purtscheller, escalador profesional, avanzaron a través del cinturón de bosque con relativa comodidad, cruzaron el herbazal, un extenso cinturón de brezos, y llegaron por fin a la barrera alpina desierta. Aquí encontraron que esta región era una extensión árida, cubierta de arena volcánica, de fragmentos de piedra pómez y de trozos de lava solidificada lanzada por el volván muchos años antes. Siguieron hacia arriba, y ante ellos se abría, como una monstruosa boca, el cráter del Kibo, de más de dos kms de diámetro. Con emoción y alegría, Meyer izó la bandera alemana, pronunciando solemnemente, al hacerlo, las siguientes palabras:" En mi derecho, como primera persona que lo ha escalado, bautizo este desconocido pico con el nombre de monte Kaiser Guillermo, el pico más alto de toda África y tierra alemana". Ese monte es, actualmente, el Pico de la Libertad. A partir de entonces, el Kilimajaro fue visitado a menudo por otros escaladores.
Escalar el Kilimajaro es actualmetne una empresa en cierto modo más fácil gracias a la retirada de los glaciares, al hecho de disponer de mejores equipos de escalada y a la existencia de buenos trayectos y lugares de alojamiento. Mas esta relativa facilidad y el aumento progresivo de la popularidad de los safaris tuvieron, como fatal consecuencia, la caza cada vez más discriminada de los animales que viven en este sector. El resultado ha sido que, hoy día, los escaladores raramente verán un animal salvaje, antes tan abundantes en esta montaña. En cambio, los habitantes de la región, no demuestran la menor inclinación a aventurarse en un territorio que todavía creen habitado por fuerzas misteriosas y seres sobrenaturales.

¿POR QUÉ RECIBE ESE NOMBRE?

Resulta sumamente curioso que ni los chagas ni los masai tengan un nombre con el que denominar al monte Kilimajaro, y asimismo constituye un misterio el origen de la palabra con la que los occidentales lo conocen. Hay quien sugiere raíces semánticas del swahili, el principal idioma de las gentes de la costa oriental de África, que en este caso podría derivar de una expresión que significa "montañita", lo cual, ciertamente, es una interpretación bastante desconcertante. Otros pretenden que se desarrolló a partir de las palabras "montaña" y "agua" en el idioma de los masai.

CARACTERÍSTICAS O DATOS DE INTERÉS

La vertiente meridional del monte Kilimanjaro está habitada por granjeros en el cinturón selvática que rodea el volcán, desde los 1800 metros a los 3000 metros sobre el nivel del mar. En cambio, en las laderas septentrionales la población es más bien escasa: aquí la agricultura se limita al cultivo del piretro, que se utiliza en la producción de las insecticidas para la exportación.
Los granjeros de las laderas meridionales pertenecen a varios grupos tribales, pero en su mayoría son chagas, miembros de una de las tribus de más elevado nivel de vida, mejor organizadas y más modernas de África. Éstas, se encuentran hoy con unso 500.000 individuos. En los suaves, húmedos y fertilísimos suelos volcánicos del Kilimanjaro, las chagas cultivan una gran variedad de vegetales. Los chagas creen que Ruwa, el dios del kilimajaro, les habla a través de las fuentes que brotan en las laderasl de la colosal montaña y les proporciona agua para sus campos.



Ésta, es una montaña que ha inspirado leyendas inmunerables, muchas de las cuales circulan todavía entre las gentes que viven en sus proximidades. Una de ellas, atribuida a los masai, habla de un antiguo trono guardado en Kibo. Según dicha leyenda, Menelik, hijo del rey Salomón y de la reina Saba, salió un día de su palacio para conquistar nuevas tierras más allá de las fronteras de su reino. El soberano logró vistoria tras vistoria, reuniendo grandes tesoros por donde quiera que fuera; pero, con el tiempo, se cansó de sus empresas y decidió volver a su país. Y entonces ocurrió que, al abandonar la región de la actual Tanzania, el camino que seguía se vio interrumpido de pronto por la inmensa mole del Kilimanjaro. Convencido de que el macizo era el lugar más alto de la Tierra y que por esa razón Ngai, su dios, había de vivir en su cumbre, Menelik decidió emprender la ascensión del monte en busca del apoyo de la divinidad, pues se encontraba enfermo y tenía el presentimiento de que su fin estaba próximo. Menelik convocó a sus más fieles y esforzados guerreros para que lo acompañaran hasta las proximidades del cráter, hasta el lugar de las nieves perpetuas. Pero desde este punto continuó solo, llevando consigo sus más preciados tesoros. Cuando alcanzó la cima, Menelik cayó en brazos de Ngai. El dios lo acogió amorosamente y lo llevó a un trono que había preparado especialmente para el animoso y emprendedor soberano. Y en el preciso momento en que se sentaba en él, Menelik recobró súbitamente su salud y su vigor...Dicen que Menelik reina allí todavía, mostrando su benevolencia hacia cualquiera que escale el Kilimajaro en honor suyo. Pero su tesoro continúa siendo inviolable, enterrado profundamente en el hielo y bajo el ojo eternamente vigilante de Ngai. Desde entonces y hasta nuestros días, todos los escaladores que se aventuran en el interior del cráter ven un solitario y extraño pináculo de hielo que se encuentra, enigmático, en medio de restos de lava. Nadie sabe exactamente lo que es...Pero todo el mundo quiere creer que este mudo y gélido monumento no es otra cosa que aquel fabuloso trono ofrecido a Menelik y que sigue en pie, eternizado, con la vida que le diera una leyenda...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

¿DÓNDE SE ENCUENTRA?

El Kilimajaro se encuentra en Tanzania (país de África oriental formado en 1964, cuando Tanganika se unió con Zanzíbar) y se levanta en el extremo suroriental de la sobresaliente quebradura conocida como el Gran Valle del Rift, que se extiende desde Asia menor, a lo largo del mar Rojo, hasta el centro del continente africano.Para poder ver dónde se encuentra realmente dicho monte, podrás acceder a la siguiente página, que muestra la Tierra en tres dimensiones indicando el camino para llegar al Kilimanjaro: http://files.filefront.com/kili123kmz/;9283474;/fi

viernes, 16 de noviembre de 2007

¿CÓMO ES?

El Kilimanjaro no es, en realidad una montaña, sino una formación constituída por tres volcanes enlazados según un eje de este-oeste y de 80 kilómetros de longitud. Cada uno de estos volcanes se han formado a lo largo de un periodo de millones de años. Algunas secciones del macizo, por ejemplo, fueron producto de un brote relativamente tranquilo de lava; otras nacieron como consecuencia de erupciones más violentas, que arrojaron fragmentos cargados de gas, llamados piedra pómez, hacia lo más alto de la atmósfera. El más antiguo y más erosionado de estos volcanes, el llamado Shira, se ha reducido a una especie de pliegue escasamente distinguido en el extremo occidental del grupo de montañas. El Mawenzi, que le sigue en antigüedad, se eleva 5354 metros sobre el nivel del mar, en el extremo oriental del macizo; también este carece de la forma tradicional de los volcanes, pues la suya está enmascarada por gigantescos acantilados negros y por unos agudos pináculos de roca, ruinas de la pared de un antiguo cráter que ha sido despojado de sus cenizas por siglos y siglos de constante erosión. El Kibo, situado en el centro del macizo, es el más joven y más elevado pico del Kilimanjaro, alcanzando la altura de 5.895 metros. Se halla cubierto por un espeso manto de hielo de unos 60 metros de espesor y que se extiende hasta 4.000 metros por debajo de la cumbre. A unos 260 kilómetros tierra adentro, el Kilimanjaro constituye una inmensa barrera natural frente a los vientos monzónicos, cargados de humedad, que barren el este de África desde mediados de marzo hasta agosto.